.jpg)
A él, Francisco Ortega Torres, le gustaron siempre los niños, "Capullo" siempre estuvo rodeado de ellos, aunque nunca pudo tener un hijo.
Ya en 1936 acogió en su casa a mi madre, su sobrina, ya que mi abuela debía "irse a servir" a casa de uno señores en una localidad cercana. Después nació la Tía Antonia y también vivió en su casa.
Victoria y Francisco hicieron de padres a tiempo completo, en esos años de guerra y de pobreza, comían de lo que había pero formaban una familia.
Hoy Francisco "Capullo" ha muerto, no nos ha dejado del todo porque un poco de él vivirá siempre en nosotros. Adiós rubio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario